¿Qué es feminidad? Es ser mujer; ¿es sentirse bien como mujer?; es ser fuerte unas veces y no tanto otras; es ser receptiva, estar abierta a los cambios y saber hablar desde dentro con todos los sentimientos y palabras para ser comprendida; es ser suave y a la vez un tigre […] En nuestra larga marcha, encontramos varias definiciones de feminidad.
Betty Friedan, 1983
¿Qué es feminismo?
El feminismo es una teoría práctica y política mediante la que las mujeres, tras analizar la realidad, toman conciencia de las discriminaciones existentes por el simple hecho de ser mujeres y deciden organizarse para cambiar la sociedad y hacerla más justa. Su nacimiento en la segunda mitad del siglo XVIII se encuadra en el momento en que los revolucionarios e ilustrados franceses empezaron a cuestionar por primera vez en la historia los privilegios políticos y de cuna, y aparecía el principio de igualdad.
«Divinizar» a la mujer como esposa y madre «La mística de la feminidad»
Con La mística de la feminidad, su obra más emblemática, publicada a mediados de los años sesenta, la líder feminista estadounidense de origen judío Betty Friedan (1921-2006) sentaba las bases de un modelo de feminismo contemporáneo. Nacida como Betty Naomi Goldstein, Friedan empezó a profundizar en la realidad política existencial de la mujer a raíz de la lectura de Simone de Beauvoir, una de sus mayores influencias. En su libro, Friedan describía la insatisfacción que sentían las mujeres estadounidenses tras la Segunda Guerra Mundial. La mística de la feminidad, cuya publicación estuvo rodeada de importantes controversias, sentó las bases del movimiento feminista de las siguientes décadas. A Friedan la toma de conciencia le llegó cuando se le pidió que encuestara a todos los miembros de su graduación en Smith College, universidad privada femenina. Fue entonces cuando se dio cuenta de la gran insatisfacción de las mujeres en el ámbito doméstico. A partir de ahí, se centró en preguntarse qué era lo que hacía que la mística pareciera inevitable e irreversible para que cada mujer pensara que estaba sola ante los problemas.
El término de la mística de la feminidad, que la teórica estadounidense acuñó, pretendía describir la posición social de insatisfacción en la que se encontraban las mujeres, de las que se presuponía que podían realizarse en el trabajo doméstico, el matrimonio, la pasividad sexual o el cuidado de los hijos. Las posturas dominantes (formuladas por hombres) sostenían que las mujeres no deseaban una educación superior, ocupar puestos de liderazgo o ejercer en política por la satisfacción que hallaban en el entorno doméstico. Friedan apuntó que muchas mujeres no se sentían realizadas como amas de casa, pero no se atrevían a expresarlo. La infelicidad y la incapacidad de vivir de la llamada mística femenina era, para ella, “el problema que no tiene el hombre”. La raíz del problema de la mística estriba en la creencia de que las mujeres envidian a los hombres, por eso tratan de ser iguales a ellos en lugar de aceptar su propia naturaleza[1].
En el prólogo a la edición española de La mística de la feminidad, Lilí Álvarez periodista y primera mujer española en participar en unos juegos olímpicos (1924), matiza: «… todo el tinglado comercial, toda la propaganda publicitaria, están montados sobre la mentalidad “sexy” y doméstica, a la par, de las mujeres. Mentalidad que de este modo es casi reductible a un enorme y vasto plan de venta, a una red múltiple y asfixiante de solicitaciones de compra. “The sexual sell”, lo califica certeramente Betty Friedan. Todas las compañías de neveras, de aspiradoras y lavadoras eléctricas, de cosméticos, de detergentes, de vestimenta, de automóviles, etc., viven de esta “feminidad” artificiosa, hoy día ya puramente exaltada por todos los medios de una civilización trepidante, vestida hacia la apariencia y de una percusión masiva avasalladora».La importancia de su teoría radica en la lucidez de sus ideas a la hora de descifrar el rol opresivo atribuido a la mujer. Para ella el problema era político y la mística de la feminidad fue la reacción patriarcal al sufragio y a la incorporación de las mujeres a la esfera pública. Durante la Segunda Guerra Mundial se identificaba a la mujer como madre y esposa y, en general, se le asignaba la tarea de proporcionar cuidados y alivio a los hombres.
Poco a poco, las mujeres fueron adquiriendo «conciencia de género», reaccionando ante el discurso patriarcal que quería mantener y afianzar su hegemonía. La clave de La mística de la feminidad no radica en desprenderse de ella, ni en resistirse a su sugestión, porque no hay nada de malo en ocuparse del hogar o ser una buena madre, sino en el hecho de reducir toda la existencia a su realización. También existía una mística masculina centrada en las dificultades de los hombres para hablar de sus sentimientos, sin tener en cuenta que también ellos pueden ser sensibles, cariñosos y apasionados; que no necesitan tener músculos y que pueden admitir también tener miedo y llorar. Friedan culpó a Freud de la presión que se ejercía sobre las mujeres, especialmente por su teoría de “la envidia del pene”, por no tenerlo. Insistía en la necesidad del despertar de las mujeres, que debían adquirir la madurez de su propia personalidad logrando así abandonar esa half life a la que estaban abocadas para convertirse en «seres humanos completos». Friedan mintió sobre su identidad, puesto que dijo ser una ama de casa con 4 hijos cuando en realidad fue una escritora casada con 3 hijos[2].
Conclusión
En la actualidad la sororidad entre las mujeres es tan necesaria como en tiempos pasados. Es fundamental tomar conciencia de que el contexto general sigue siendo el mismo que años atrás, que en algunos lugares del planeta ser mujer significa estar condenada al infierno y su libertad no está planetariamente garantizada. También es preciso considerar el feminismo no como una teoría del deseo, o una manera de expresarse sino como una teoría basada en las libertades elementales y mínimas: que no te casen contra tu voluntad, que no te violen, que no te golpeen, que no te den menos de comer, que no te asesinen cuando eres niña. El contexto actual es muy duro todavía”[1].
Bibliografía
[1] https://www.britannica.com/topic/The-Feminine-Mystique
[2] Varela Nuria. Feminismo para principiantes. (2013) Penguin Random House Grupo Editorial, ISBN:978-84-9872-873-6, pp 92-98
[3] Valcárcel, Amelia (2010) Sobre la teoría Queer
![¿Qué es feminidad? Es ser mujer; ¿es sentirse bien como mujer?; es ser fuerte unas veces y no tanto otras; es ser receptiva, estar abierta a los cambios y saber hablar desde dentro con todos los sentimientos y palabras para ser comprendida; es ser suave y a la vez un tigre […] En nuestra larga marcha, encontramos varias definiciones de feminidad. Betty Friedan, 1983](https://trazosdehistoria.com/wp-content/uploads/2024/08/Betty-Friedan.-La-Mistica-de-la-Femeneidad-1.png)





