Vivir bajo el corolario del Antropoceno

Definición del concepto Antropoceno

Antropoceno es un término popularizado, en el año 2000, por el químico neerlandés Paul J. Crutzen y el biólogo Eugene F. Stoermer para definir una nueva época geológica, posterior al Holoceno, caracterizada por el impacto del hombre sobre la tierra. En el artículo «The “Anthropocene”» (publicado en Global Change Newsletter) los investigadores se centraban en la magnitud de las transformaciones producidas por el ser humano durante los tres últimos siglos, y no en la historia de la humanidad: el aumento de la población, el consumo de combustibles fósiles, la alteración del ciclo del nitrógeno, la extinción de especies vinculada a la creciente desforestación, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4) y el deterioro de la capa de ozono eran la clara transición hacia una época dominada por la acción del ser humano.

Lo primero que salta a la vista cuando se habla del Antropoceno es la disparidad temporal respecto a épocas geológicas precedentes. No existe un acuerdo a la hora de fechar el inicio de este periodo: una cosa es constatar las consecuencias de las actividades humanas sobre el sistema tierra y otra es definir una fase de la historia social y humana (Rull, 2018). Por lo general, se utilizan múltiples registros estratigráficos a la hora de definir unidades de tiempo geológicas. Estos, además, deben cumplir con una serie de criterios formales a escala global para delimitar qué cambios de los producidos en el sistema terrestre son más importantes (Lewis, 2015). Una vez obtenidos, un comité puede acordar la fecha conocida como Edad Estratégica Estándar Global (GSSA).

Periodización

Como decíamos, no existe un acuerdo formal sobre el comienzo el Antropoceno. Las
propuestas van desde antes del final de la última glaciación hasta la década de 1960.
Formulaciones tan diferentes pueden dar lugar a confusión entre los profesionales de distintas disciplinas (Lewis S. M., 2015). Crutzen sugiere los años previos a la Primera Revolución Industrial, en torno al siglo XVIII, cuando se acelera el uso de combustibles fósiles y se producen grandes cambios sociales.
El impacto del uso del fuego por parte de los humanos en épocas pasadas no proporciona estratotipos globales. Sin embargo, según estudios recientes en un yacimiento del sur de California, la desaparición de la megafauna pudo haber sido ocasionada por grandes incendios provocados por el hombre hace unos 13.000 años. Por otra parte, las revoluciones neolíticas que convirtieron a los Homo sapiens en agricultores dieron lugar a altos contenidos de carbono en los bosques por el cultivo de la tierra, el pastoreo y los incendios asociados. Otras propuestas defienden que el Antropoceno empezó en 1610 por el movimiento de las especies entre el Viejo y el Nuevo Mundo (Lewis S. L., 2015).

Frente al concepto de Antropoceno, el de Capitaloceno considera que la causa principal de la destrucción medioambiental no es el ser humano en abstracto, ya que este siempre ha transformado la naturaleza mediante el trabajo; y tampoco la técnica (Tecnoceno). Antes considera que la raíz de nuestra época geológica se hunde en el origen del capitalismo, entre los siglos XV y XVI, y en la desigualdad de las relaciones sociales e interespecie. El Antropoceno feminista, por su parte, propone una resignificación de las relaciones entre humanos y no humanos centradas en la vida (Mesa Urrego, 2022).
Para Crutzen y Stoermer, como decíamos al inicio del apartado, los análisis van del año 1750 hasta el 2000. Los estudios muestran que los últimos 50 años han sido los de mayor transformación de la especie humana en la historia. Solo a partir de la segunda mitad del siglo XX hay pruebas claras de cambios fundamentales en el estado de la Tierra. Por lo tanto, el periodo del comienzo de «la gran aceleración» es el más convincente desde una perspectiva científica.
Las claves del cambio global se han de buscar en la conjugación de los fenómenos relacionados con el rápido crecimiento de la población humana, el desarrollo tecnológico y el consumo per cápita de la humanidad (Acosta Diaz, 2021).

La curva de Keeling es el gráfico que simboliza el impacto humano en el medio ambiente y el papel de los combustibles fósiles en el cambio climático global (Gallego, 2023).

Críticas y propuestas alternativas

Mientras la comunidad científica está inmersa en ofrecer rigor científico al término, el Antropoceno, sigue avanzando a paso de gigante generando efectos globales irreversibles sobre el planeta.

En mi opinión el desafío al que nos enfrentamos en el futuro no afecta solamente a la vida en el planeta y sus hábitos. El cambio ambiental producido por la humanidad, causante del deterioro de la capa de ozono y el cambio climático global comporta además de pérdida de especies, graves niveles de contaminación ambiental. Acciones que se ven agravadas por la expansión urbana descontrolada en zonas concretas del planeta y por los patrones de producción y consumo de bienes y servicios.

A nivel individual potenciar la resiliencia en acciones de ahorro energético como por
ejemplo el uso de energías renovables, estimular la economía sostenible, minimizar los residuos, el consumo responsable y el reciclaje, contribuirán a mejorar la huella material del siglo XX a lo largo del XXI.

Bibliografía

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